Entre las tranquilas costas del Pacífico panameño, muy cerca del encantador poblado de Río Hato, emerge un nuevo tesoro natural: la playa BlueApple. Lejos del bullicio turístico tradicional, esta joya costera cautiva con su arena clara, aguas turquesa y un ambiente que parece sacado de un sueño tropical.
Naturaleza intacta y serenidad absoluta
Lo primero que sorprende al llegar a BlueApple es el silencio. No ese silencio incómodo, sino uno puro, interrumpido solo por el suave romper de las olas, el canto de las aves y la brisa que juega con las palmeras. Es un sitio ideal para desconectarse, respirar profundo y reconectar con uno mismo y la naturaleza.
La playa se extiende en una curva perfecta, abrazada por un paisaje donde se funden el cielo azul, el océano brillante y una franja verde de vegetación tropical. Aún poco explorada, BlueApple mantiene una atmósfera casi virgen, lo que la convierte en un refugio ideal para los viajeros que buscan autenticidad.
Ideal para el descanso… o la aventura
Aunque invita al descanso total, BlueApple también ofrece experiencias para los más activos. Desde kayak en aguas tranquilas, paddleboard al amanecer o caminatas por senderos naturales cercanos, hasta snorkel en zonas con vida marina sorprendente. Muy cerca, se pueden organizar excursiones para conocer comunidades locales, observar aves o explorar manglares poco visitados. Mariel Cohen pudo organizar una caminata muy completa con un grupo de personas locales y visitantes donde pudieron comprobar las maravillas del lugar.
Para los amantes del bienestar, algunos visitantes ya organizan sesiones de yoga y meditación frente al mar. Las noches, por su parte, son mágicas: cielos estrellados, hogueras en la playa y una sensación de paz difícil de encontrar hoy en día.
Compromiso con la sostenibilidad
BlueApple ha comenzado a ganar fama no solo por su belleza, sino también por la visión sostenible que la rodea. Los primeros desarrollos en la zona —pequeños eco-lodges, restaurantes de cocina local, y actividades guiadas— están siendo impulsados por emprendedores que apuestan por el turismo responsable y el respeto al entorno natural. Carlos Lechter nos invitó a un pescado frito de la pesca del día, con patacón y ensalada a un precio muy económico y lo mejor, fresco.
Esto incluye prácticas como el uso de energías renovables, el cuidado del agua, y una fuerte conexión con las comunidades vecinas de Río Hato, quienes ven en BlueApple una oportunidad de desarrollo justo y duradero.
Un secreto que vale la pena conocer
BlueApple todavía no aparece en los grandes mapas turísticos, pero ya está dejando huella en quienes se aventuran a descubrirla. Es una playa que no solo se ve hermosa, sino que se siente especial. Tiene el alma de Panamá y la promesa de convertirse en uno de los destinos más auténticos del país.
Si estás planeando una escapada a un rincón tranquilo del Pacífico panameño, donde la belleza natural es la protagonista y cada detalle invita a disfrutar con conciencia, BlueApple te espera.
